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El Coaching Deportivo en los Niños

El Coaching Deportivo en los Niños

En este artículo, escribiremos con respecto a algo que nos ha llamado la atención, referente a aquellos niños que vemos en algún video, por medio de alguna noticia o incluso que alguien nos cuenta, y que son niños que poseen grandes dotes en alguna disciplina deportiva, pero luego de un tiempo nos preguntamos ¿qué se hicieron esos niños? ¿lograron ascender deportivamente? ¿consiguieron alcanzar o llegar a un nivel élite en el deporte?

Lastimosamente la gran mayoría de esos niños abandonan el deporte que tanto les gusta, y no solo ocurre en el área deportiva, es totalmente transferible a otros ámbitos de la vida. ¿Quién no ha visto algún video de un niño con grandes dotes?, por ejemplo, con talento en las artes como es el canto, ejecutando algún instrumento musical de forma magistral, bailando, o también con dones especiales para las matemáticas, historia, idiomas entre otros; aunque nuestro comentario está enfocado en el área deportiva, se puede decir que lo que aquí mencionaremos ocurre en un cien por ciento en todas las áreas de la vida.

¿Qué es lo que ocurre con estos niños y niñas futuras promesas del deporte?

Pues bien, todo empieza básicamente desde sus padres, los cuales inicialmente matriculan a sus hijos en alguna escuela deportiva, con el fin según ellos, para que desarrollen disciplina, se hagan competitivos, desplieguen ciertas habilidades que el deporte da y que después les será de mucha utilidad en su vida cotidiana, pero es acá donde inicia la trampa, el niño o la niña fue matriculado no para que disfrute, para hacer ejercicio, tenga salud física y mental, disfrutando de un deporte, sino para que cumpla las expectativas de sus padres y porque no, sea el gran deportista que su padre o madre no pudo ser, esto incluso ocurre inconscientemente.

Otro punto es que muchos de los entrenadores en estas escuelas tienen conversaciones con los padres de estos niños, donde los padres les hacen ver todas estas expectativas que esperan, sin darse cuenta, el entrenador también empieza a funcionar en base a las expectativas de los padres y no del niño o niña y sus cualidades, por lo que cada vez debe de dar más en lo físico, en la técnica, entre otros aspectos.

Cada quien, padre y entrenador percibe al futuro deportista con un objetivo diferente y por supuesto por ende con expectativas diferentes, es cuando el niño(a) empieza a recibir ciertas exigencias por parte de sus padres y por otro lado de parte de su entrenador, se empieza a ver involucrado entre lo que esperan sus padres y lo que espera su entrenador, creando un conflicto y por ende un bloqueo hacia el deporte que practica, lo que termina incomodándolo, perdiendo el entusiasmo y la motivación, lo que provoca en la mayoría de los casos que abandone el deporte que tanto le gusta.

Éste conflicto se hace especialmente fuerte en el ámbito deportivo, porque los padres adicionalmente se consideran saberlo todo en el deporte, saben cómo debe entrenar el niño, saben qué debe y no debe hacer, saben cuando y cómo lo debe hacer, el porque lo debe hacer, cuando quizás nunca en su vida siquiera han leído un libro acerca del deporte de alto rendimiento, ni ha tenido una preparación deportiva, adicionalmente a lo mencionado anteriormente, no tiene la más mínima idea de las instrucciones del entrenador y su plan de desarrollo, son padres que actúan en función a lo que ha sido su “experiencia” o peor aún por lo que ha escuchado de otros. No es raro ver por ejemplo luego de un partido, los miles de directores técnicos (aficionados) diciendo lo que debió hacer o no el entrenador, un jugador, siendo esto precisamente lo que hacen los padres con sus hijos.

¡Tienes que ser competitivo!

Otro error que cometen algunos padres y entrenadores es centrar su atención a que el niño sea “competitivo”, lo pongo entre comillas porque esta bien el que sean competitivos, el problema es la interpretación que se le da a ser competitivo. He observado que el ser competitivo lo traducen en ser mejor físicamente que el otro, tener mejor técnica que el otro, pero especialmente el ser más agresivo, lo que incluso se considera normal y es el eje central de lo que se cree es un excelente deportista, así que debes entrenar todos los días, practicar más horas que tus compañeros o rival, darlo todo hasta caer rendido.

Al tomar la interpretación anterior de competitividad, se deja de lado uno de los factores principales y que quizás lograría que el niño o niña deportista no abandonara su talento deportivo y como efecto secundario el logro de la expectativa que buscan sus padres, me refiero a lo mental, pero entrenar la parte mental normalmente queda en el olvido o no se le presta la importancia debida, que es parte de uno de los cuatro pilares del rendimiento deportivo y que trabaja un Coach Deportivo, los cuales mencionamos en el artículo “La Magia del Coaching”.

Tanto para éstos niños, incluso para deportistas de alto rendimiento, es normal observar que aumentan sus horas de entrenamiento para mejorar, sin embargo no lo logran mejoría real, siguen obteniendo los mismos resultados, esto se debe a que hay algo más fuerte que controla al cuerpo, y a fuerza de intención es poco probable vencerlo, ya que el cerebro crea de forma automática y sin que el deportista lo perciba, un bloqueo con el fin de proteger al cuerpo de posibles daños y lesiones, es por ello y está demostrado que dos deportistas con entrenamientos exactamente iguales y con características físicas similares, el que tiene un mejor entrenamiento mental y emocional es el que hace la diferencia, obteniendo más triunfos y un mejor desempeño que su colega.

El saber cómo realmente motivar a estos niños y niñas, cómo se debe conversar con ellos, así como el planteamiento de objetivos, es la forma más acertada de lograr cambios realmente duraderos y de crecimiento para éstas jóvenes esperanzas, si se entrena al “Piloto” principal de la nave (lo mental y emocional), entrenando principalmente la motivación, la autoconfianza, el autocontrol y la concentración; el desempeño y mejora que tendrá un niño o cualquier deportista será exponencial y éste es el secreto para que lleguen o no a triunfar como profesionales, o simplemente disfruten de su deporte o lo abandonen.

¿Qué busca el Coaching Deportivo en los niños?

El Coaching Deportivo es una herramienta valiosa para las jóvenes esperanzas, ya que el mismo tiene como objetivo:

  1. Alinear las expectativas de los padres, entrenador y promesa deportiva, estableciendo objetivos Medibles, Alcanzables, Temporales y Específicos.
  2. Establecer objetivos basándose en los resultados de las competiciones reales y cercanas y no tanto en extrapolaciones de pruebas físicas o entrenamientos.
  3. Plantear junto con el entrenador un plan de trabajo para un crecimiento integral del niño en cuanto a su técnica, física y por supuesto “el piloto” es decir la parte emocional y mental.
  4. Establecer con el entrenador el tipo de liderazgo que debe ejercer en forma individual con cada miembro del equipo y por supuesto de forma integral con el Equipo.
  5. Desarrollar con los padres, herramientas de seguimiento que permitan reducir la activación negativa que bloquea a sus hijos en las competiciones.
  6. Fomentar la conciencia del valor de las capacidades de la promesa, incrementando la autoconfianza, desarrollando sin incertidumbre su potencial.
  7. Fomentar en los padres y el entrenador una comunicación asertiva para con el niño o la niña.
  8. Trabajar con el niño de forma integral los 4 pilares del alto rendimiento, tal y como se haría con cualquier otro deportista.

En resumen, el Coach Deportivo, Entrenador y Padres, se convierten en un equipo que en conjunto buscan aumentar la motivación del niño(a), evitar las exigencias innecesarias, el desarrollo mental y emocional del niño o niña para enfrentar sus entrenamientos, competiciones y objetivos, desde un lugar diferente, un lugar que le lleva a un nivel superior, alcanzando los objetivos deportivos relativamente más sencillo y disfrutándolos, lo cual luego podrá extrapolar a cualquier ámbito de su vida, enfrentando toda situación con una alta inteligencia emocional y mental.

Por Wolfgang Barrantes y Paulina Araya, Coaches.

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